Las Helices (4)
El futuro incierto de las helices (parte 4)
Por su parte Rolls‑Royce se asegura un lugar en el que se vaticina
dura competencia por los nuevos motores: de una parte, continúa el desarrollo
de los turbofan; eso sí, con soplantes traseras, entubadas, y alta relación de‑derivación.
De otra, el concepto AEGIS se asemeja exteriormente a1 UDF por su doble hélice
contrarrotatoria y no entubada. La diferencia es interior: las palas están
engranadas mediante reductor al eje de la turbina, con lo que, se asegura,
ésta podrá funcionar más eficazmente y a mayores revoluciones, sin que
las de la hélice sobrepasen las famosas 1.300‑1.500 rpm.
Sea cual sea el resultado final de tales confrontaciones, una cosa es
segura: los próximos aviones de pasajeros de los años noventa estarán
propulsados por hélices. Boeing, McDonnell‑Douglas y Lockheed, entre los
grandes constructores de aviones de línea, proponen ya sus modelos.
Evidentemente, además de los nuevos motores propfan (contracción de propeller,
hélice, y turbofan), los proyectos avanzados incluirán otras modernas
tecnologías, como las de construcción con materiales sintéticos, alas de perfil
supercrítico, sistemas de instrumentación por pantallas de rayos catódicos,
mandos de vuelo eléctricos con conexiones en fibra óptica, sistemas de comunicación
por ordenador y, en general, toda la parafernalia de última hora en técnicas
aeronáuticas. Así será posible construir aviones de pasajeros que volarán
velozmente a grandes distancias, quemando hasta un 60 por ciento menos
combustible que los actuales, con menos nivel de contaminación, más seguridad y
economía de servicio.
Naturalmente, otros fabricantes han preferido no correr
tecnológicamente tanto y se limitan a instalar hélices modernas de alta
velocidad en motores turbohélices algo más avanzados que los actuales, pero no
mucho más. Las ventajas son las mismas: a mayor eficiencia del propulsor, menos
consumo, menos ruido, más alcance y mayor carga útil.
Como es evidente, las ventajas proporcionadas por los nuevos
propulsores a los aparatos comerciales tienen su correspondiente equivalencia
en las aplicaciones militares. Los aviones antisubmarinos, de transporte
táctico o, incluso, los de reconocimiento sin piloto, podrán beneficiarse de
mayores autonomías, velocidades transónicas y menos tiempo entre revisiones. Ya
existen numerosas propuestas de aplicación de motores propfan, UDF, o
simplemente hélices mejoradas a aviones militares en servicio o en proyecto. La
hélice ha vuelto y, esta vez, parece que para quedarse. Quizá nunca debió ser
abandonada.
Las hélices no pueden ser
usadas en aviones comerciales debido al enorme ruido que hacen, los motores
turborreactores están ganando la batalla por ahora solo tienen ciertas
aplicaciones en el área militar
Fuente:
Bonjour L'helice Jean‑Jacques
Valignat. Avi‑Mag 896, 15 mayo 1985. Union de Presse Européenne, París.
¿Regresan las hélices? Información y desinformación. Blll Sweetman, NickCook
yPierre Condon. Interavia. 6 / 1985.
Cointrin‑Ginebra. GE Developping Unducted Fan for 1990s Transports. Keith F.
Mordoff. Aviation Week & Space Technology, Abril 9, 1984.
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